Foto: Fernando Pérez |
La tarde-noche del domingo 30 de
marzo será uno de los instantes de mi vida que no podré olvidar, pues una de mis
bandas favoritas se presentó con éxito en el imponente Auditorio Nacional.
Fue una tarde extraña previa al
concierto, pues se presentaron todos los climas desde un sol quemante hasta
lluvia con granizo, paso de todo en la capital del país, pero justo momentos
antes de iniciar este show todo se aclaro y un sol radiante iluminaba el coloso
de Reforma.
Puntuales a la cita Xabi, Pablo,
Hartiz, Álvaro y Leire subieron al escenario del Auditorio Nacional que ya los
esperaba repleto de seguidores de todas las edades, desde niños hasta adultos,
gente que conocía la música de esta banda y que esperaban con ansias este
momento (incluyéndome).
Se esperaba un show eléctrico,
lleno de energía y de cercanía con el público, pues era la presentación en
directo de su álbum “Primera Fila”. Estas tres cosas las consiguieron, lo eléctrico
y la energía se combinaron a lo largo del setlist en canciones como Pop, Cometas
por el cielo, Cuando dices adiós o
El primer día del resto de mi vida;
la cercanía con los fans se vio reflejada en todo momento, ya que la mayor
parte del concierto el público estuvo de pie, coreando las canciones, saltando,
aplaudiendo y viviendo con gran intensidad el show, tal vez hubo instantes de
mayor cercanía, pues en dos canciones Leire bajo del escenario para cantar, una
de ellas junto a Pablo para interpretar Palabras
para Paula.
Hay que recordar que el álbum “Primera
Fila” contaba con invitados, de los cuales 3 aparecieron Leonel García en La playa,
Samo en Mi vida sin ti, y el gran guitarrista
José Portilla en La niña que llora en tus fiestas.
Sin duda, el momento emotivo del
concierto fue cuando Leire soltó
lagrimas tras a ver cantado Jueves y
ver que el público mostraba corazones de papel iluminados con sus teléfonos móviles
mientras sonaba la canción, esto no lo esperaba y la puso sentimental,
agradeciendo el detalle y comentando que por momentos como ese hacen que valga
la pena la música en directo.
Ya con esto la presentación era
un lujo, pero lo que la hizo más especial para La Oreja y para el público fue
el estreno de un tema inédito y el cual dedicaron a todos sus fans y a todos
los que los han acompañado a lo largo de este camino, la canción lleva por
nombre Pálida luna, seguramente en
algún momento la volveremos a escuchar.
El setlist fue amplio, escuche
las canciones que quería escuchar a excepción de una, sin embargo, todas las
disfrute como la primera vez que las escuche, cada una de ellas me hizo
recordar momentos de mi vida. Grandes recuerdos al escuchar El 28 o revivir instantes con Vestido azul, obvio hubo canciones (como
estas) originalmente interpretadas por Amaia Montero pero que ahora Leire las
ha impregnado de su estilo; escuchar Inmortal
o El último vals, canciones con las
que Leire debutó en la agrupación hicieron que me diera cuenta que ha crecido
enormidades desde ese “A las cinco en el Astoria” hasta “Cometas por el cielo”
interpretando Día Cero o Cometas por el cielo o las mismas
canciones inéditas del “Primera Fila”.
El domingo viví una vez más
instantes que no podré olvidar, fue un concierto que disfrute enormidades. Hasta
el momento que escribo esta entrada del diario sigo pensando y recordando las
emociones del show, pocas veces me he sentido así y hoy puedo decir que mi amor
por la música española vale la pena por conciertos como el del domingo. Gracias
Oreja de Van Gogh por tantos
momentos especiales en mi vida y gracias a las personas que de una y otra forma
siempre están cerca en momentos como este.
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