Lo que viví anoche se convirtió
en otro de mis instantes para no olvidar…
Foto: Fernando Pérez |
Esta historia, la que estoy por
contarles, comenzó durante la semana cuando conocí a dos grandes personas Anuar y Julio, que forman el dúo Episodio
69. Estos chicos se presentaron por primera vez en México la noche de ayer,
su show, en un sitio íntimo: el Fat Crow, el formato: acústico a dos guitarras
y voz, el repertorio: canciones de sus dos discos, del próximo DVD y aversiones,
el público: el que tenía que estar en esa noche tan especial.
¿Inolvidable? creo que sí…
escuchar a dos jóvenes con tanta ilusión pocas veces se vive (y ya lo viví dos
veces este año con otro dúo), escuchar por primera vez en directo canciones que
nacieron del otro lado del charco es una gran sensación y más aún sabiendo que
sólo esto existía en sueños. Todo esto se complementa con un regalo inesperado,
gracias por él chicos.
Confieso que escucharlos desde que
supe de su existencia, me dejó con muchas ganas de escuchar su música en vivo,
de saber cómo sonaban los sueños, de saber cómo dos guitarras y dos voces hacían
historias, de saber si esa Ninfa de
primavera era capaz de volar y brillar en México… anoche esos sueños y
ganas de estar aquí volaron alto junto a esa Ninfa, dejando en mi, una noche
para recordar.
Lo gocé, pero Anuar y Julio lo disfrutaron
más, fue su noche en México, la noche que no olvidaran, el concierto que les
ilusionaba hacer al pisar el país, el “Pop & Show a la mexicana” de Episodio 69 que tenían tantas ganas de
mostrar, el debut que los deja con ganas de más.
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