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lunes, 8 de diciembre de 2014

Andrés Suárez, la poesía hecha canción, en el Lunario

Sé que les debo mi experiencia en el concierto de Andrés Suárez, pero la verdad es que hay ocasiones en que las palabras no salen para escribir la perfección de algún instante y esto es lo que ha pasado desde el instante que salí del Lunario.
Llevo desde entonces pensando que puedo escribir para contarles lo que viví la noche mágica del 4 de diciembre, y creo que esto es lo que mejor podré hacer para describir ese instante…

Fue una noche fría de invierno en la Ciudad de México, Andrés regresó a la capital del país para pisar por primera vez el escenario del Lunario del Auditorio Nacional, un recinto de renombre y por el cual han pasado grandes personalidades, y quién lo iba a decir, la música de este cantautor iba a llenar el lugar.

Pasadas las 21:00 hrs. Andrés Suárez salió a escena, tras agradecer al público comenzó con los acordes de Vuelve, tema de una letra increíble… así arrancó mi noche mágica con el cantautor, con la poesía hecha canción… Esta canción desató la emoción, los aplausos y los gritos de apoyo al cantautor, cada canción a partir de ese instante fue coreada.

Foto: Cortesía Lunario
La más bella de Madrid, Piedras y Charcos, Si Llueve en Sevilla, fueron parte del repertorio, todas ellas aplaudidas y sobre todo acompañadas de la magia de un excelente músico, Marino Sáiz, quien en esta aventura estuvo al lado de Andrés. Violín o piano, para Marino es lo mismo, pues ambos instrumentos los ejecuta a la perfección, así fueron los grandes acompañamientos de este músico en el concierto.

Foto: Cortesía Lunario
Andrés lo ha dicho, yo escribo lo que vivo, y lo demuestra siempre, en esta ocasión previo a cada canción contaba un poco como surgieron las mismas, siendo las historias más emotivas las dedicadas con todo el amor a su familia, a su madre y abuelos, Tengo 26 y Rosa y Manuel, dos temas que sin duda te llegan al alma.

Benijo, es una canción fuerte y tal vez por eso Andrés la eligió para cantarla con la guitarra desenchufada y entre el público, mismo que a su petición guardo silencio absoluto para escuchar la potente voz de este cantautor, sin duda, un momento espectacular.

Mi canción, con la que más me identifico actualmente, Números Cardinales sonó y sonó increíble, una guitarra, el violín de Sáiz y la voz increíble de Andrés hicieron de esta canción algo descomunal, bueno, la verdad que todas fueron de otro mundo, sin excepción.

El concierto no podía terminar de otra manera, en lo alto, con el público de pie, y así fue porque cerró la mágica noche con 320 días (Hace un año) y el temazo Perdón por los bailes, dedicada a su amigo Pablo Milanes.

Aplausos, gritos y un público que se entrego no sólo en cuerpo sino también en alma a la música de Andrés Suárez, a la poesía hecha canción… y es así como describo el instante para no olvidar que me regalo este cantautor en su primera noche dentro del Lunario del Auditorio Nacional.
Foto: Cortesía Lunario
Gracias a los amigos de Paruno, a Salvador Suárez, porque sin él no hubiese podido vivir este instante,. gracias de corazón. Ahora espero pronto volver a vivir otro instante como este, espero pronto volver a charlar con Andrés y como se lo dije (con todo el respeto a su Libertad 8, que para él es único), espero podamos encontrar juntos un lugar de reunión así en México.

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