La luz y el corazón de Marilia se quedan en México

Hay instantes especiales e inolvidables en la vida, yo afortunadamente de esos instantes tengo muchos, y la gran mayoría de ellos gracias a la música y la gente que me he encontrado en el camino.

El sábado pasado tenía una cita en un lugar muy íntimo para la música, en un sitio que tiene magia… El Foro del Tejedor recibía por segunda vez en el año a la cantautora española Marilia, quien con su álbum “Subir una montaña” volvía para cerrar (de momento) una relación mágica con México.

Un ambiente invernal invadía las calles mexicanas, este frío no logró pasar las puertas del foro, pues el calor de la gente, que esperaba con ansias escuchar a Marilia, aumento la temperatura sin que ella apareciera en escena; un calor fraternal era el que la cantautora estaba por recibir…

Ella pisó el escenario, la gente la recibió con aplausos y gritos de apoyo, los acordes de Una tarde con Clint comenzaron a sonar, para seguir con Señoras. Desde estas primeras interpretaciones no podía ocultar la emoción que le provocaba el estar en México cantando sus temas y así continuó con Marilyn y Superman, Corazón…

Agradecida y notablemente emocionada por lo que estaba ocurriendo en tan poco tiempo de concierto, no dejó pasar la oportunidad de agradecer a su guitarrista y al baterista que la acompañaban en esta noche tan especial.

La emoción y el cariño hacia sus canciones y al público se notaban en cada interpretación, en cada inter previo a cada una de ellas… Mi perro, Cuando los sapos bailen flamenco, Parece mentira, Yo no soy esa (Cover de Mari Trini), Dinosaurios hoy, siguieron con esta noche mágica de Marilia.

Antes de salir del escenario sonaron canciones impresionantes, temas que tienen Una luz especial, que son capaces de ayudar al Superviviente y decirle a la  Mujer florero, Casi me rindo pero sigo en pie y sigo para crecer en esta vida… cuatro temas que llegaron al corazón, cuatro canciones que marcaron el inicio del que sería un gran desenlace…

Marilia volvió al escenario entre aplausos y gritos que coreaban su nombre al unísono, algo que la emocionó demasiado, y complació a sus fans con un tema sin micrófono, mostrando su potencia vocal… continuó con Infinito, con el cover de Maldito duende (que para ella es Amanece), y cerrando con el tema Amores de barra y Entrar, canciones que el público cantó junto a ella y que dieron fin a una noche inolvidable.

Con el corazón en la mano se despidió Marilia de México, no sin antes haber firmado sus discos y haberse tomado fotos con su público, el mismo que le entregó el corazón esperando ella se llevará un poquito de ese calor mexicano en una noche fría de invierno.

Para mi fue una noche especial, una noche que canción a canción me emocionaba más, sonó increíble el repertorio, llevando de menos a más al público y las emociones de este, al final creo que todos salimos satisfechos esperando volver a disfrutar de un concierto de Marilia pronto.

¡Hasta luego amiga, gracias por una noche tan especial, Hasta pronto Marilia!

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